Los elementos del marketing para planificar estrategias exitosas.
Una de las primeras cosas que se aprenden cuando se estudia marketing son sus famosas 4P. En este artículo vamos a profundizar en estas 4 ps del marketing, cuáles son y para qué sirven para conocer mejor la importancia que tienen.
Cuando en marketing se habla de las 4P se está hablando del producto, precio, punto de venta y promoción. Cuatro conceptos básicos en el marketing que tienen en común que todos ellos empiezan por la letra “p".
Estos cuatro elementos del marketing son de lo más básico y su concepto en marketing data del año 1960. Vamos a ver cada una por separado para conocerlas mejor.
El producto es el elemento principal sobre el que gira cualquier campaña de marketing. Esto es algo obvio, ya que la gran mayoría de acciones que se llevan a cabo en marketing tienen como propósito vender más productos, darlo a conocer o mejorar la reputación del mismo entre otros propósitos.
Cuando hablamos de producto, realmente, nos estamos refiriendo a un concepto de lo más amplio. Esto es debido a que no tiene que ser necesariamente tangible, puede ser un servicio, una idea… cualquier aspecto con el que podamos satisfacer una necesidad de nuestros clientes.
A la hora de poder trabajar lo mejor posible el producto es fundamental poderlo definir adecuadamente. Para ayudarnos con esto podemos responder a unas determinadas preguntas que nos permitan conocer nuestro producto mejor. Podemos preguntarnos qué es lo que vendemos, qué necesidades satisface, en qué se diferencia de los demás o qué características posee.
Conociendo mejor nuestro producto y teniendo claro lo que podemos ofrecer podremos tomar mejores decisiones en nuestra estrategia de marketing. Cuidar del producto también es importante de cara a mejorar la reputación de nuestra empresa, por lo que es importante prestarle mucha atención al mismo.
El precio que establezcamos será la cantidad de dinero que tendrán que pagar los consumidores para tener acceso a nuestro producto o servicio. A pesar de que el concepto del precio es sencillo de entender, la fijación del mismo no lo resulta tanto.
La importancia del precio también es fundamental, ya que suele ser lo primero en lo que se fijan los consumidores. A pesar de que se trate de un producto de calidad, es un hecho que no suele gustar el tener que pagar un precio bastante alto.
De la misma forma que sucede con el producto, es importante llevar a cabo diferentes preguntas acerca del precio para tratar de elegir el adecuado. Por supuesto, debemos complementar estas preguntas con estudios que nos permitan conocer el precio que están dispuestos a pagar nuestros consumidores. Conocer al consumidor será clave en este asunto.
En cuanto a las preguntas se refiere, será fundamental conocer el valor de nuestro producto para el cliente, conocer el precio de la competencia o intuir la reacción de nuestros clientes ante una bajada en el precio del producto.
¿Cómo vamos a hacer para que nuestro producto llegue a los clientes? El punto de venta será el proceso a través del cual nuestro producto o servicio llegará a estos clientes. También es un aspecto muy importante, ya que dependiendo del punto de venta en cuestión, tendremos que asumir unos determinados costes u otros.
El punto de venta también se conoce como la distribución y, a la hora de distribuir, siempre entran en juego diferentes costes. En este caso debemos tener en cuenta los costes de almacenamiento, transporte, los tiempos de la operación, el coste del envío o los costes derivados del canal de distribución que utilicemos.
Deberíamos de analizar cada una de estas variables por separado, puesto que, dependiendo del producto, variarán ostensiblemente. Es evidente que estos costes no serán los mismos cuando hablamos de vender un producto digital o un producto físico. Cada uno de ellos contará con sus propias ventajas e inconvenientes en cuanto a este precio se refiere que habrá que tener en cuenta por separado.
Por otro lado, conocer este coste también es fundamental para que lo tengamos en cuenta a la hora de establecer el precio de nuestro producto. Por muy competitivo que queramos que sea el precio de nuestro producto, siempre debemos tener en cuenta estos gastos para no salir a pérdidas con este.
Por supuesto, siempre podemos ajustar estos costes en la medida de lo posible para hacer que nuestro producto sea más competitivo. Ajustando estos costes podremos ofrecer un mejor precio y, por lo tanto, lograr que nuestro producto se venda mejor.
Finalmente, la variable de la promoción. Como puedes imaginar, en esta variable se incluyen todos aquellos aspectos que tienen que ver con la promoción del producto. En este caso, hablamos de los canales de distribución, los medios y todas aquellas técnicas que se llevan a cabo para dar a conocer nuestro producto.
Dentro de esta promoción debemos tener en cuenta los costes que se originan en base a los medios tradicionales, por ejemplo, las vallas de distribución, así como estrategias del marketing online. Una mezcla entre outbound e inbound marketing, siempre y cuando sirvan para promocionar el producto.
En esta variable debemos de buscar la mejor forma de poder llegar a nuestro cliente. La promoción debe de ser eficiente, ya que también puede suponer un coste importante para la empresa que se debería deducir del precio del producto.
Para finalizar, la promoción también es un aspecto muy importante. A pesar de que en ocasiones se le da una menor relevancia en comparación al precio o al producto, lo cierto es que si no somos capaces de promocionar bien nuestros productos difícilmente van a obtener visibilidad.
Al fin y al cabo, debemos de dar a conocer el producto para que los clientes vean sus beneficios, las ventajas que supone contar con el mismo o que puedan valorar el precio que tiene. La suma de estas 4ps de marketing será necesaria para tener un mayor éxito en el mercado.