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Cada vez son más las empresas interesadas en el Growth Hacking y también son más los profesionales que presumen de ser expertos en esta materia. En este artículo te vamos a enseñar de qué se trata esto del Growth Hacking para entender mejor por qué está revolucionando de esta forma el panorama digital.
El Growth Hacking es un concepto que responde a una máxima muy clara, conseguir más con menos. Dentro del mundo del marketing digital existen muchas herramientas gratuitas que podemos utilizar para mejorar nuestro negocio sin tener que invertir mucho capital, por lo que suelen ser bastante demandadas en términos de Growth Hacking.
Un Growth Hacker, aquella persona especializada en estas prácticas, es aquel que busca ese crecimiento sin que suponga un peligro para la economía de la empresa. A pesar de que esta práctica es interesante para todas las empresas, son las startups las que más suelen hacer uso de ella debido a la dificultad que supone poder encontrar financiación.
Pensar que las técnicas de Growth Hacking se limitan al uso de herramientas gratuitas es un error. De hecho, el Growth Hacking cuenta con una base bastante reconocible que es común en todas estas estrategias.
Uno de los aspectos más importantes es la creatividad. Para encontrar soluciones nuevas a los problemas de siempre es importante probar soluciones distintas, alternativas.
El análisis también es fundamental cuando se trata de Growth Hacking. Para poder llevar a cabo estrategias que funcionen es necesario entender y conocer bien el mercado. Un Growth Hacker deberá de ser capaz de analizar todos aquellos datos que marquen el comportamiento de los usuarios para poder comprender el entorno mejor.
Finalmente, el desarrollo. El Growth Hacker debe de ser capaz de desarrollar su metodología para que pueda funcionar el Growth Hacking y se pueda aplicar en la empresa.
De todos los beneficios que tiene la aplicación del Growth Hacking en cualquier negocio, el más importante, es el bajo presupuesto que necesita. Esta metodología de crecimiento es realmente barata, por lo que se pueden apostar por situaciones que, en el caso de que no tengan éxito, no suponga ningún daño económico para la empresa.
Este ahorro económico permite aplicar esta técnica incluso en aquellas empresas que cuenten con un menor presupuesto. Este es uno de los motivos por los cuales resulta una técnica tan importante en empresas de reciente creación que tienen problemas a la hora de buscar financiación.
Otra de las ventajas que tiene el Growth Hacking es que el riesgo es muy reducido. Cuando se lleva a cabo esta técnica se busca conocer si la acción en concreto es viable o no. En el caso de que se detecte que es viable se lleva a cabo la inversión. Esto nos permite disfrutar de estrategias mucho más efectivas sin que tengan un impacto económicamente negativo para la empresa.
Por otro lado, todas estas estrategias de Growth Hacking se analizan y se miden de forma constante. Esto no solo permite conocer mejor los resultados, sino que también se pueden corregir sobre la marcha en el caso de que no se encuentren funcionando como deberían. El Growth Hacker deberá de estar atento en todo momento a la evolución para ver cómo se comportan y cómo se pueden mejorar para conseguir un mejor rendimiento.
Finalmente, gracias al seguimiento diario que se lleva a cabo sobre las acciones de Growth Hacking, es mucho más fácil aprender cómo funciona el mercado y cómo es el buyer persona de la empresa. Este conocimiento se puede trasladar a diferentes áreas para poder tomar estrategias de mercado mucho más efectivas y, por lo tanto, conseguir vender mucho más.
A pesar de que pueda ser una técnica de lo más popular entre aquellas empresas que tengan problemas de financiación o menos presupuesto, lo cierto es que cualquier empresa puede beneficiarse del Growth Hacking. Además, si así se prefiere, también se puede combinar con otras técnicas que permitan a la empresa desarrollarse, ya que el impacto sobre la economía de la empresa es realmente bajo en comparación a los beneficios que puede otorgar.